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La capital de los humedales: Bogotá es un refugio para aves migratorias y locales
La capital de los humedales: Bogotá es un refugio para aves migratorias y locales
Foto: Águila real de Páramo (Geranoaetus melanoleucus) en el Parque Nacional Natural Chingaza
- Gracias a la conservación de sus humedales y los Cerros Orientales, Bogotá se consolida como una de las pocas capitales urbanas latinoamericanas donde aún es posible observar aves migratorias.
Bogotá D.C., 9 de mayo de 2025 (@AmbienteBogota) | En el marco del Día Mundial de las Aves Migratorias, desde la Secretaría Distrital de Ambiente resaltamos la riqueza natural de Bogotá y la importancia de protegerla: esta ciudad ha registrado hasta 204 especies de aves (113 nativas, y varias en peligro o vulnerabilidad). Esto convierte al Distrito Capital en un baluarte para la biodiversidad en entornos urbanos.
Bogotá es única en el continente por su ubicación privilegiada en la cordillera oriental de los Andes, en una zona reconocida por su alto nivel de endemismos, donde confluyen factores geográficos y ecológicos y se dan condiciones para animales y plantas exclusivas de este territorio. La capital colombiana alberga nueve ecosistemas distintos, que incluyen los bosques altoandinos, los páramos, los matorrales xerofíticos (que se propagan en lugares muy secos) y una red de humedales urbanos de gran valor ecológico. Esta red de ecosistemas permite que las aves migratorias y residentes encuentren refugio, alimento y espacios de reproducción, incluso en medio del paisaje urbano.
Entre las especies más emblemáticas que se pueden observar figuran la tingua bogotana (Rallus semiplumbeus), especie endémica del altiplano cundiboyacense e indicadora de la salud ecológica de los humedales urbanos; el chamicero cundiboyacense (Synallaxis subpudica), que habita los matorrales andinos; la monjita bogotana (Chrysomus icterocephalus bogotensis), frecuente en juncales de humedales, y el conirrostro rufo (Conirostrum rufum), casi endémico, común en los cerros y bosques andinos.
Cerros y humedales: pilares de la conservación
Los Cerros Orientales y los humedales urbanos no solo son los principales puntos de avistamiento de aves, también son sistemas esenciales para la sostenibilidad ambiental de la ciudad. Los humedales, incluidos los 11 declarados como sitios Ramsar, actúan como corredores biológicos para aves migratorias y residentes. A su vez, los Cerros Orientales protegen cuencas hídricas, regulan el clima local y conservan hábitats esenciales.
Ambos ecosistemas forman parte de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá, fundamental para la conectividad ecológica y la resiliencia ante el cambio climático. Gracias a esta estructura, aún es posible ver aves migratorias volando sobre una ciudad de más de ocho millones de habitantes.
Conservar para vivir mejor
Desde la Secretaría Distrital de Ambiente se han implementado esquemas de manejo para las Reservas Distritales de Humedal y los Parques Distritales Ecológicos de Montaña, que incluyen la formulación e implementación de planes de manejo, control de tensionantes ambientales y restauración de hábitats degradados. A ello se suman acciones de educación ambiental y participación ciudadana como el Global Big Day y los censos de aves acuáticas y migratorias.
Bogotá también ha adoptado una serie de políticas públicas que respaldan la protección de su biodiversidad, como el Plan Distrital de Restauración Ecológica 2010-2038, la Política Pública de Acción Climática 2023-2050 y los Planes Ambientales Locales, que promueven el ecourbanismo, la restauración y la apropiación ciudadana del patrimonio natural.
"Cuidar los humedales es hacer de Bogotá una ciudad mejor preparada para el cambio climático para el bienestar de su gente. Nuestro Complejo Urbano de Humedales Ramsar, único en el mundo en una gran capital, es prueba de que la conservación urbana es posible y necesaria. Estos ecosistemas no solo albergan aves migratorias y especies endémicas, también prestan servicios esenciales como la captura de carbono y la mejora de la calidad del aire. Protegerlos es preservar la vida en Bogotá", afirmó Adriana Soto, secretaria Distrital de Ambiente.
Este Día Mundial de las Aves Migratorias es una oportunidad para valorar el privilegio de vivir en una ciudad donde aún se puede convivir con la naturaleza. Bogotá no solo es un punto de paso para aves que cruzan continentes, sino también un referente de conservación urbana en América Latina y el Caribe.